jueves, 4 de octubre de 2012

Podemos ayudar el medio ambiente reciclando 

 

 Reciclar no es solo una manera que nos ayuda a conservar los recursos naturales y reducir residuos sino que también contribuye a reducir la contaminación y la demanda de energía y materiales.



En la actualidad los temas más relevantes y debatidos en todo el mundo son los temas que tienen que ver con el cuidado y conservación del medio ambiente y la ecología en general. No obstante, en República Dominicana nos hemos quedado bien atrás con esto.
Mientras en otros países se tienen políticas de reciclaje de basura, RD todavía presenta la problemática de no tener ni siquiera vertederos suficientes para depositar la basura. Es inconcebible que no reciclemos nuestras basuras. No solamente porque es un atentado contra el medio ambiente y contra la salud, sino porque evidencia una carencia total de visión de cuidado ambiental. Mientras que muchos países convierten la basura en recursos, nosotros nos ahogamos en ella en lugar de aplicar criterios ecoeficientes.
Es vergonzoso que solo en instituciones privadas exista esta política porque lo han aprendido a través de intercambios culturales porque apenas salimos del país lo primero que vemos diferentes zafacones para reciclar basuras. En otros países en las viviendas se recicla porque existen políticas gubernamentales y la infraestructura necesaria para manejar desechos y para a entrenar y culturizar a la gente en el proceso de recoger esa basura y convertirla en productos útiles y dinero. Es tan rentable el reciclaje que condominios y casas que reciclan tienen planillas de aseo con descuentos. Es una industria generadora de empleo, impulsora del sector productivo al más alto nivel que, además, tiene la virtud de estimular favorablemente la inclusión social.
Cuando se maneja el reciclaje como política de gobierno, la gente más pobre puede tener mejores condiciones de vida, gracias al desarrollo de productos novedosos, sostenibles y mucho más económicos. Hacer una casa de material reciclado es infinitamente más barato y ofrece también la posibilidad real de tener una vivienda digna elaborada con estos desechos, si es que nos tomamos la molestia de reciclar y enseñarle a la gente a construirla.
Aun así nos jactamos de querer vender la imagen de un país turístico cuando aun se tiene tan poca conciencia ciudadana que no tenemos la costumbre ni siquiera de echar la basura al zafacón mucho menos del cuidado del medio ambiente.
De poco nos sirven tantas normas y exigencias en materia medioambiental si ni siquiera contamos con una cultura personal y mucho menos ciudadana en tal sentido. Las experiencias han comprobado que las personas adquieren hábitos de reciclaje cuando obtienen beneficios. Cuando las políticas estimulan estos procesos generan conciencia de la necesidad y utilidad que tiene la protección de nuestro planeta. Sería bueno ver que las autoridades concernientes se preocuparan en diseñar planes e infraestructuras que permitan al país entrar en la era del reciclaje, aspecto que no han tomado muy en cuenta.

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